Te
voy a hacer el amor de la forma más suave; con palabras. Y es que, vida mía,
hay noches que me duele más pasar sin ti. Hay días en los que deseo con todas
mis fuerzas abrazarte fuerte, dormir desnuda a tu lado, celebrar fechas que
significan todo y nada. Puede que tú digas blanco y yo diga negro, pero las
cosas de la mano son grises y tienen un matiz precioso que sólo tú y yo podemos
entender. Quédate. Quédate a dormir aunque sea en forma de almohada, pero
quédate. No te pido más. Antes, abre la ventana y mira al cielo. ¿La ves? Está
ahí, intentando cumplir tus deseos, creciendo fuerte para luego empequeñecer,
pero su belleza nunca se va. Recítale una noche más, y hazlo conmigo si quieres
también. Suave, con tu voz dulce. Sólo recita. Ama más fuerte que nunca, sin
remordimientos, dejándote el corazón en el filtro de un cigarro pero arropado
por unos brazos desnudos. Ríe a carcajadas y bendice una noche más. Sueña,
vive, llora de felicidad. Dame la mano.
Nos
vemos en sueños.
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